En los últimos meses las noticias nos han bombardeado, una y otra vez, con palabras como recortes, prima de riesgo, bonos, deuda pública, medidas de ajuste ,bolsa, déficit, rescate (tú dices tomate, yo digo rescate) y Grecia. Conceptos todos ellos que, en su mayoría, son ajenos al ciudadano de a pie, que se ha visto obligado a buscarse la vida para comprenderlos si quería enterarse de algo. Lo curioso es que entre toda esta cascada de términos de política económica, no he oído ni una sola vez ninguno que haga referencia a políticas de empleo o que vayan dirigidos a hacer crecer los puestos de trabajo.
Parecía que un cambio político iba a solucionar las cosas, o al menos así lo creyeron gran parte de españoles que pusieron sus esperanzas en él. Pero no ha sido así. Las promesas que hizo el actual presidente se volatilizaron en cuanto tomó posesión de su cargo y el miedo, que propició en parte el cambio, ha ido haciendo su camino . La primera de esas palabras que nos asfixian fue recortes y la última que sobrevuela nuestras cabezas, pese a que Cristobal Montoro, ministro de Hacienda lo niega, subida del IVA.
Hace tan sólo dos semanas Rajoy, emulando a Don Quijote en su lucha contra los molinos, declaraba eufórico haber conseguido gracias a su buen hacer, una «línea de crédito» de CIEN MIL MILLONES DE EUROS de Bruselas para rescatar a la banca española. Resultado: La prima de riesgo sube y la bolsa cae, como la euforia del presidente. Y todo eso pese a bailar al son que toca la Merkel.
Entonces el foco se dirige a Grecia y sus elecciones. Todo sigue mal por la incertidumbre del resultado del voto de los griegos, o al menos eso nos dicen. Los griegos cumplen las expectativas de la Unión Europea y hacen ganador, aunque sin mayoría absoluta, al conservador Andonis Samarás que es el mismo que mintió y manipuló las cuentas del estado para entrar en el euro, lo que propició a su vez esta crisis que mantiene en vilo a la moneda única. Y el misterio insondable, que en tres reencarnaciones no llegaré a comprender, es que la UE se alegra de su triunfo, especialmente la Merkel y Rajoy. Ignoro las ventajas que el resultado de estas elecciones haya podido producir en Alemania, pero a España le ha servido de bien poco. La prima de riesgo muy por encima de los 5oo puntos y el país al borde del precipicio.
Como en alguna ocasión he comentado, yo soy de letras y mis aptitudes para las matemáticas son prácticamente nulas. Pero eso no impide que el sentido común me diga que si estoy en el paro o desahuciado, voy a consumir lo mínimo o nada y que si tengo trabajo, el miedo y la incertidumbre ante la posibilidad de perderlo, hará que ahorre en lugar de gastar como lo hacía antes. Y que todo esto a su vez va a hacer que la falta de consumo destruya nuevos puestos de trabajo, crezca el índice de parados y haya más empresas que se vean obligadas a cerrar.¿Es así cómo se generan ingresos para pagar las deudas? Yo creo que, definitivamente, no. A lo mejor soy tonta y no me entero, porque si tuviera razón en mi planteamiento, las cabezas pensantes de Bruselas, especialmente la de Merkel (por extraño que parezca militante en su día de la Juventud Alemana comunista, y estudiante de física en la Universidad de Leipzig, en la que se doctoró en 1986. ), se preocuparían de generar empleo y ahogar menos al pueblo llano.
Así, sin pensarlo mucho, me vienen a la cabeza algunas medidas adoptadas por el gobierno que disfrazadas de acepciones menos malsonantes han ido dejando caer sobre el pueblo como bombas de racimo: Recortes en los derechos de los trabajadores y mayor facilidad a los empresarios para despedir a los empleados; copago farmacéutico, incluso para los jubilados; recortes en sanidad (si te mueres no es su problema); recortes en educación (miedo me da pensar en el nivel intelectual de quienes el día de mañana gobernarán nuestros destinos); subida de impuestos; subida de las tasas académicas (que estudien sólo los ricos) … y las que me dejo, porque ya pierdo la cuenta.
Y como colofón (al menos de momento), el rescate a Bankia, que no olvidemos que es la unión de dos cajas de ahorros deficitarias que han mentido de forma sistemática y que desde hace años y años han sido dirigidas por miembros de su propio partido, gestores indiscutibles de esta hecatombe financiera.
Mi pregunta es: ¿QUIÉN RESCATA AL PUEBLO? Si el pueblo es culpable de algo es de haber creído a sus políticos que hace dos décadas le vendieron que España era lo más de lo más y que se podía vivir a cuerpo de rey. Desde luego, algunos de quienes alentaron esa idea, vivieron, viven y seguirán viviendo, así.
Parece que sí hay dinero para rescatar a los que robaron, estafaron y jugaron con los ahorros del pequeño inversor, pero no lo hay para rescatar al pueblo , al contrario, parece que la idea es exprimirlo un poco más hasta que el aire y respirar sean un artículo de lujo.
No quiero ni imaginarme el dolor y la desesperación de esas personas que han perdido todo lo que tenían, que tienen que llevar a sus hijos a comer a un comedor social, que no ven la posibilidad de volver a trabajar, que su mundo está inmerso en la más terrible oscuridad. A nadie parece importarles. Para quienes gobiernan son anónimos, no tienen rostro, son invisibles, no existen, son «el mal menor», pero cada día el número de ellos crece.
Mi corazón está junto a esas personas en su dolor, pero la rabia y la indignación me superan. Siempre levantaré la voz por los más débiles (recuerda que un día podríamos ser tú o yo) y alentaré al pueblo para que grite y no se deje oprimir por quienes juegan con nuestras vidas.