En los últimos meses las noticias nos han bombardeado, una y otra vez, con palabras como recortes, prima de riesgo, bonos, deuda pública, medidas de ajuste ,bolsa, déficit, rescate (tú dices tomate, yo digo rescate) y Grecia. Conceptos todos ellos que, en su mayoría, son ajenos al ciudadano de a pie, que se ha visto obligado a buscarse la vida para comprenderlos si quería enterarse de algo. Lo curioso es que entre toda esta cascada de términos de política económica, no he oído ni una sola vez ninguno que haga referencia a políticas de empleo o que vayan dirigidos a hacer crecer los puestos de trabajo.
Parecía que un cambio político iba a solucionar las cosas, o al menos así lo creyeron gran parte de españoles que pusieron sus esperanzas en él. Pero no ha sido así. Las promesas que hizo el actual presidente se volatilizaron en cuanto tomó posesión de su cargo y el miedo, que propició en parte el cambio, ha ido haciendo su camino . La primera de esas palabras que nos asfixian fue recortes y la última que sobrevuela nuestras cabezas, pese a que Cristobal Montoro, ministro de Hacienda lo niega, subida del IVA.
Hace tan sólo dos semanas Rajoy, emulando a Don Quijote en su lucha contra los molinos, declaraba eufórico haber conseguido gracias a su buen hacer, una «línea de crédito» de CIEN MIL MILLONES DE EUROS de Bruselas para rescatar a la banca española. Resultado: La prima de riesgo sube y la bolsa cae, como la euforia del presidente. Y todo eso pese a bailar al son que toca la Merkel.